Mejoras de UX que puedes aplicar ya mismo

Mejoras UX rápidas que puedes aplicar ya

Mejorar la UX (o usabilidad) es una de esas tareas que sabemos que pueden mejorar mucho la experiencia del usuario, pero que nos da miedo afrontar cuando no tenemos tiempo. Efectivamente: no es un tema menor, pero tampoco tenemos que obsesionarnos con hacerlo todo de una vez.

Hay algunos «quick wins» y mejoras de UX que puedes aplicar sin demasiadas implicaciones técnicas y se notarán casi de inmediato.

El paso previo

Sí, hay un paso previo que no puede faltar en ningún caso: la estrategia. Trabajar de forma anárquica hará que los resultados no sean los óptimos e, incluso, que sea difícil valorar si se están cumpliendo los objetivos.

Antes de actuar merece la pena que te pares un momento y dediques algo de tiempo. Como de todas las disciplinas online la usabilidad es la que más peso da al usuario, ese tiene que ser el foco.

Haz un estudio de tus clientes: cuál es su motivación, sus expectativas, frenos… este será siempre un estudio cualitativo porque los cuantitativos solo nos dicen qué ha pasado. Tienes que preguntarle a los números por qué ha pasado.

También es interesante que observes a tus competidores y veas cómo están haciendo las cosas en esta materia. No tengas miedo a compararte porque si sacas algunos insights interesantes en los que tú no habías pensado, estás a tiempo de utilizarlos adaptados a tu tienda, producto y cliente.

#1 – El análisis y las encuestas

La primera mejora de UX viene de la mano del conocimiento del público y ¿quién se conoce mejor que uno a sí mismo?

Incorporar una encuesta es una tarea muy rápida en cuanto a ejecución técnica. Puede integrarse en la propia tienda y difundirse a través de otros canales como las redes sociales o el email marketing. Te sorprenderá ver lo participativa que es la gente (y mucho más si les ofreces algún incentivo, cupón o descuento).

Puedes hacerlo «a mano» o utilizar un servicio tipo Zoho que no es caro y te facilita el análisis posterior con informes bastante completos.

#2 – Repasa el copy

Demasiadas veces el texto pasa a un segundo nivel cuando se diseña una página web, pero lo cierto es que es la forma más directa de guiar a nuestros usuarios hacia los objetivos a cumplir.

No me refiero solo a las llamadas a la acción presentes en botones y enlaces de manera directa, en realidad hablo de un repaso un poco más en profundidad a todos los textos. Asegúrate de estar empleando una gramática y una sintaxis apropiada, vamos, que se entienda el texto, y que el tono y el mensaje estén alineados.

Para que sea realmente rápido y escalable siempre lo puedes hacer de manera progresiva, así que empieza por las páginas (por ejemplo el check out) y productos críticos, los que más se venden.

#3 – Mejora la visibilidad

Esto tiene que ver con todo en la página. No caigas en la saturación visual porque crea ruido que puede desviar al usuario de su tarea y, en casos extremos, puede generar estrés y hacer que salga por donde ha venido sin darle una oportunidad al producto.

Por supuesto hay otra cuestión que va ligada a la accesibilidad, y es que cuando la visibilidad es complicada hay muchos usuarios que tienen una dificultad añadida para interactuar con tu eCommerce.

Puedes actuar en varias líneas: la primera es aligerando el contenido que realmente no aporte un valor claro, los recursos visuales que puedan llegar a sobrar o funcionen como ladrones de atención.

Después trabaja con la legibilidad: ¿es tu tipografía la adecuada? ¿estás usando un tamaño de cuerpo adecuado? ¿contrasta suficientemente con el fondo? ¿los párrafos son muy compactos? ¿puedes utilizar viñetas para resumir los principales atributos del producto?

Puedes usar muchísimas herramientas para esto. Por ejemplo me gusta el Colour Contrast Analyser de Paciello Group que es muy sencillo de usar y, además, es gratis. Se trata de un software de escritorio que puedes bajarte aquí para Windows y Mac.

#4 – Velocidad de carga

Esto no parece precisamente un Quick Win de UX porque suena a algo muy complejo, pero lo cierto es que se puede reducir muchísimo la velocidad de carga de la mayoría de las páginas con algunos ajustes rápidos.

Lo primero es que te asegures de estar utilizando el cacheado de archivos de manera eficiente. Es algo que se nota de manera clarísima porque el usuario deja de tener que descargar todo el contenido, almacenando parte en su ordenador. Además puedes activar la compresión gzip, otra cosa realmente rápida de hacer y que se nota muchísimo.

Por último están las imágenes que suelen ser demasiado grandes. Comprímelas sin pérdida y harás que la página se acelere sin que el usuario tenga la sensación de estar perdiendo calidad en ningún momento, para esto puedes usar por ejemplo jpegmini.

Si te preocupa la velocidad de carga (y debería) puedes consultarla en diversos servicios online como Google Page Speed o GT Metrix.

¿Qué te parecen estas 4+1 mejoras de UX que puedes aplicar ya mismo? ¿Te vas a poner a ello? ¡Cuéntanos cuales son tus trucos de usabilidad preferidos!  

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